ADOCTRINAMIENTO “EDUCATIVO”

¿EDUCANDO POR LA LIBERTAD O ADOCTRINANDO POR PLACER? 

          Desde el punto de vista etimológico “adoctrinar” es una palabra compuesta por dos partes, el prefijo “a”, cuyo significado es “carece de” o “falto de”, y doctrina que significa “conjunto de enseñanzas o conocimiento”. Es curioso como en ningún lugar evocan un significado literal o minimalista de la palabra adoctrinar y se van a un significado más complejo y lleno de confusiones que tienden a llevar directamente a la polémica.

           Los educadores tienden a dejar de lado, a veces sin darse cuenta, el hecho de que ellos son los encargados de dar a los alumnos herramientas para que formen un pensamiento crítico y autocritico sobre su aprendizaje, a cambio los educandos reciben solo el punto de vista de la persona que educa, siendo ellos completamente privados de realizar su propio juicio. En pocas palabras, se les inculca pensamientos o ideologías ajenas a los alumnos o personas (cabe recalcar que estamos en constante aprendizaje, lo cual significa que podemos también estar en constante adoctrinamiento, somos estudiantes de la vida diaria).

          Desde mi punto de vista, la autora Laurencia Sáenz* en su publicación realizada en el periódico LA NACIÓN “Adoctrinamiento en la Educación” hace bastante énfasis en la diferencia entre un educador de verdad, el cual ofrece a sus estudiantes las preguntas de carácter filosófico “¿Qué debo hacer?” “¿Qué es lo correcto?” “¿Cuál es el sentido de la vida?”, y les muestra el camino hacia lo que sería un pensamiento propio y original. En cambio el educador que solo busca satisfacer su propio deseo, enorgulleciéndose de su propio juicio a su vez de inculcárselo a sus educandos no merece llamarse educador si no adoctrinador, no cabe ninguna objeción con respecto a esos dos temas.

        Otro tema con el que podemos estar de acuerdo es el hecho de que en una sociedad democrática no puede haber tanto adoctrinamiento, ya que es de obviedad que el educar va de la mano con una sociedad libre, entonces adoctrinar casi que resulta privar de libertad (ya que adoctrinar es casi un antónimo de educar).

        Pero hay algo muy importante que no se menciona en el artículo de la autora Laurencia Sáenz y que podría ser cuestionable, el adoctrinamiento puede llevar empresas u organizaciones al éxito, esto puede resultar bastante positivo por donde se mire. Si una persona ejerce un liderazgo ejemplar con buenas costumbres y bajo un orden jerárquico donde él represente la máxima autoridad, lo más probable es que sus empleados y/o estudiantes (o los que en el orden jerárquico se sitúen por debajo de la persona en cuestión) tiendan a imitar o copiar sus ideales. Pero esto resulta cuestionable, ya que nadie tiene en un pergamino lo que pueda significar tener un “liderazgo ejemplar” o tener “buenas costumbres”, algunas personas tienden a tener diferentes significados y puntos de vista con respecto a esto.

           Como un claro ejemplo de adoctrinamiento en la sociedad costarricense se puede señalar los centros de adaptación social o la penitenciaria, donde las personas son inducidas bajo ideales positivos a realizar el bien social. Con este ejemplo recordamos lo dicho anteriormente, el adoctrinamiento bien usado puede dar resultados positivos.

      Pero sin irnos muy lejos tenemos resultados poco éticos de adoctrinamiento, y en un tema tan delicado como la política es pan de cada día, todos los días somos consumidores de propaganda la cual los medios de comunicación explícitamente, o en algunos casos de forma implícita, nos enseñan mediante anuncios televisivos o incluso debates políticos. Y esto es algo que no solo sucede en nuestro país, incluso hay quienes dicen que tiene origen desde hace mucho tiempo, puesto que fueron instrumentos de adoctrinamiento durante la segunda guerra mundial. No nos olvidemos de la “Política de la buena vecindad” la cual fue propuesta por el gobierno estadounidense en el año 1933, esta política tenia características anti-nazismo y buscaba el apoyo de Latinoamérica hacia Estados Unidos.

        En conclusión podemos decir que el adoctrinamiento puede ser un arma de dos filos, por un lado tenemos un instrumento para re-formar personas desviadas del camino hacia la moralidad, y por otro tenemos el lado poco ético, donde se priva a las personas de libertad de juicio, donde no se le ofrecen a las personas las herramientas para poder forjar ideales propios, el mismo camino enfermizo hacia una sociedad donde se les aplica técnicas de lavado de cerebro, como una anestesia, donde la persona no siente nada y sin darse cuenta tiene ideales de otra persona más. Muchos sabios dicen: “Somos lo que pensamos”, pero, ¿y si lo que pensamos en realidad forma parte de alguien más? Reflexionemos sobre el tema.

    Nada se hace esperando que el mundo de la noche a la mañana se convierta en un lugar utópico libre de adoctrinamiento, pero nosotros en cambio tenemos en nuestras manos el brindar a los educandos las herramientas para que ellos mismos incluso puedan formular soluciones a la problemática del país, ¿y por qué no? Soluciones que necesitamos en nuestro planeta.

-Por Miranda-

Nota: Escogí colocar este ensayo puesto que fue con el que nació la idea del blog.

*Laurencia Sáenz, Adoctrinamiento en la Educación, La Nación 2009. http://www.nacion.com/etiqueta/laurencia_saenz/